domingo, 4 de abril de 2010

Algo diferente, al menos para mi.


Soy realmente fanática de salir a comer, debo admitirlo, me declaro una "Restoholica".

Hace unos días, con ganas de ir a algún lado y queriendo salir de lo típico, encontramos con mi pololo, en una de estás guías gastronómicas, este singular restaurant de comida Rusa.

Con iluminación tenue y una música que logra transportarte a una Rusia, más bien antigua, Olivié logro convertir esta experiencia, en algo muy interesante.

Con recetas tradicionales al mejor estilo casero, creo que vale la pena ir a probar lo que este lugar tiene para ofrecer, aunque sea solo por la experiencia de salir de los clásicos.

De entrada probamos "Julienne" de champiñones (3.200), cocinados con pollo al gratin, y los tradicionales tortillas rusas "Blinis", acompañadas de crema ácida y caviar de salmón (5.500). Ambos muy buenos.

Seguimos con "Buzenina", que en chileno sería pierna de cordero acompañado de repollo y salsa de ciruelas (6.500) y algo que realmente me sorprendió, "Pelmeny" de pavo, una pasta rusa parecida a los tortellinis, rellena de pavo y salsa de champiñones. (6.200) Podría afirmar que estaban mejor que varios platos de pastas italianas.

Los postres, sin comentario. Al menos los que pedimos ni una gracia, ni siquiera los recuerdo.

Para los amantes del vodka, pidan la degustación de está aguardiente. (7.000) con elecciones importadas directamente del país e incluye una introducción de cada uno de, mientras se van probando. Como curiosidad, Vodka significa "agüita" en ruso.

A pesar de no ser un lugar sofisticado, la decoración es delicada, y la atención muy amable, ideal para ir en la semana, ya que el ambiente es tranquilo. Sus dueños de pura sangre rusa, acreditan su cocina.

Av. Rancagua 0396, Providencia.



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